Beneficios de la aromaterapia dentro de tu estética

Así como la música y los colores pueden influenciar en el ambiente de tu estética, barbería o negocio de belleza, los aromas que utilices para el ambiente también tendrán un efecto directo en la percepción que tus clientes tengan del local.

La aromaterapia consiste en aprovechar los efectos que los aromas producen en el cuerpo. Generalmente se utilizan esencias de origen natural  provenientes de flores, plantas o maderas. La combinación de dos o más de ellas genera aromas de diferentes tipos que pueden crear diferentes ambientes en tu local dependiendo de la atmósfera que desees crear. A continuación, te presentamos algunos de los aromas más populares y el tipo de reacción que suelen generar en los clientes.

• Lavanda
  Uno de los más recomendados en el mundo de la belleza y la cosmética, debido a que tiene grandes propiedades relajantes. Es perfecto para salones de belleza, manicure, spas y similares.
  
  
• Vainilla
  Evoca calidez y encuentros agradables. Por lo general, su uso hace que los clientes alarguen su visita. Además, es uno de los más fáciles de recordar, por lo que es perfecto para lograr que tus visitantes se conviertan en clientes frecuentes.
  
  
• Cítricos
  Aportan frescura y potencian la sensación de limpieza de un lugar. Es perfecto para sitios donde se necesite resaltar esa sensación, como salones de manicure y pedicure.
  
  
• Florales
  Ciertos aromas de flores, como la bergamota, el jazmín y el geranio, poseen propiedades relajantes, además de estar fuertemente asociados a la femineidad. Es la opción ideal para los negocios cuyo público sea mayormente conformado por mujeres.
  
  
• Cedro
  Tal como sucede con algunas otras maderas, el aroma del cedro suele dar un toque masculino al local, por lo que es perfecto para mejorar la experiencia de tu barbería. Además, al igual que algunas flores, tiene propiedades relajantes, lo que lo convierte en el aroma más usado en los negocios de belleza y cuidado personal con clientes masculinos.
  
  

Generalmente, estos aromas se incorporan al ambiente por medio de humidificadores o difusores. Asimismo, existen inciensos y velas aromáticas que, aunque producen un efecto similar, son un poco menos recomendables debido a que pueden ocasionar incidentes.

Otra opción es mezclar la esencia en el producto que se aplicará al cliente. Sin embargo, al hacer esto es de suma importancia preguntar primero por posibles alergias a los ingredientes que componen la esencia o a alguna de las sustancias que la complementan. Una vez que te hayas asegurado de que la sustancia no provocará reacciones adversas, podrás proceder con su uso.

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